Las cenizas no se despeñan en el agua

2024 - Cholula - Impronta
Residencia

Realizado en residencia Impronta con apoyo del programa público otorgado por Fundación Jumex Arte Contemporáneo.

Las cenizas no se despeñan en el agua es un proyecto artístico in situ en Cholula, Puebla. La idea germina de una investigación entre textos cuyas intenciones de creación se enraizan a una necesidad de registro y a una memoria que ha permeado la Historia con hache mayúscula.  


    En la Segunda Carta de relación Cortés narra su primer encuentro con Cholula. Desde una mirada de desconocimiento, el itinerario narrativo aflora indirectamente los sentimientos de sorpresa. Al no comprender con entendimiento lo que sus ojos ven, en el texto encuentro una descripción poética del territorio, particularmente los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. A partir de la extracción de fragmentos cortesianos se propone una reescritura con un tinte poetizado descontextualizado de una mirada depredadora e invasiva. A la par, el Códice Vaticano A-Ríos es un manuscrito cuyo contenido y forma — escrito en italiano pues fue enviado y archivado en el Vaticano — es un resultado colonial. La conformación pictográfica muestra la cosmología de la zona de Puebla y Oaxaca. El propio contexto novohispano generó la creación del códice de manera que es un vestigio inducido. Otra capa interesante es que el repertorio de imágenes no se encuentra en ningún otro archivo prehispánico o postconquista. Con la misma herramienta de obtención, selecciono imágenes para acompañar las palabras de Cortés y formar seis de estas yuxtaposiciones. 


    A través del pintado, bordado y tejido teñido de ceniza del volcán Popocatépetl, tierra y arena de la zona, las placas funcionan individualmente como fotogramas para formar distintas animaciones, GIFs de tierra. El imaginario que se construye en las piezas es un campo semántico de nubes, cielo, sierra, lluvia, agua, tierra y ceniza. Particularmente este último elemento me interesa por su cualidad fertilizante para las plantas al favorecer el crecimiento de las raíces. La utilización de la ceniza para teñir funciona simbólicamente como contingencia de memoria del territorio desde el acto relacional con el paisaje. Considero las piezas como artefactos que nombro enraizantes, de manera que si se entierran perdurarán como vestigios futuros que continúen el ciclo de vida vegetal al funcionar como abono por la ceniza impregnada en las fibras. 


    Ambos textos fueron escritos en un lugar que no se quedaron. En mi primer encuentro con Cholula considero este proyecto como mi manera de escritura, sin embargo entierro una de estas placas en la falda de la pirámide como gesto de que mi texto sí se quede aquí. 





















Las cenizas que se quedan aquí. 05:35 min.