El hipertexto no es tecnología, es literatura
24 septiembre 2023   
Textos



La memoria es una característica de la persona al interactuar con el mundo. Pensar en el almacenamiento abarca una brecha más amplia ahora, pues más que decir que una persona tiene mala memoria, la experiencia de tu cotidianidad se queda limitada al ver una notificación en tu celular acerca de que ya no tienes espacio. No es que se haya tergiversado el concepto que tenemos de memoria, sino que se ha ampliado más allá de lo que está en la conciencia humana. Al ver las fotografías en nuestros celulares, funcionan como hipervínculos a la experiencia que tuvimos, e incluso llegan a tener un aura distorsionante de la realidad. 

El ser humano es un ser social. Los vínculos son inherentes a la existencia misma. De primera instancia puede que pensemos estos lazos entre nuestros parientes cercanos y personas queridas, para posteriormente pensar en otros reinos biológicos. Sin embargo, el nudo latente es el humano-maquínico. Ver la memoria, ya sea la humana o la artificial, como ríos con una corriente de información, tecnologías del procesamiento de esta, así como redes sociotécnicas, es el resultado de la sociedad actual. Amerita recordar la mente de Donna Haraway: “Las ciencias de las comunicaciones y las biologías modernas están construidas por un mismo movimiento, la traducción del mundo a un problema de códigos”.[1]  

Leer con el pulgar sobre los caracteres que proyecta la pantalla es la actualización del artefacto a una época determinada. Menciono la acción de leer expandido más allá de palabras y frases, si no a otros estímulos. La lectura es un puente entre el objeto y el sujeto para llegar a la memoria. Limitados por la pantalla celular, el algoritmo infinito, los textos largos por tener un ancho de pocas palabras, el artefacto detona un movimiento del dedo de manera vertical. Puede llegar a considerarse lo absurdo que es desgastarse el tendón deliberamente; sin embargo, la lectura desde siempre ha involucrado el acto corporal en un solo eje. Los pergaminos romanos y medievales (verticales), los papiros egipcios o los códices mayas (horizontales). El desliz del dedo con el artefacto es un vínculo constante para la interpretación, y así a la memoria. 

Con el nacimiento de la fotografía, y a partir de eso la pintura impresionista, la memoria, y su captura, se vieron problematizadas. Lo que se ve es distinto a la experiencia misma. Como menciona Ted Nelson, filósofo y pionero de la tecnología de la información, por virtualidad nos referimos a lo opuesto de la realidad, siendo la apariencia de algo. “Todo tiene una realidad (tuercas y tornillos) y una virtualidad (estructura conceptual y sensación)”[2]. Una construcción tiene una realidad física y una virtual, acuñada a la subjetividad y la experiencia misma. Lo único que no tiene virtualidad es aquello que no debemos de sentir o no hemos sabido. Bien, Nelson habla sobre las interfaces computacionales, que es la manera en la que ciertas funciones se muestran al usuario. El diseño y decisión de dichas funciones es la estructura conceptual y sensación, su virtualidad. La manera en la que asociamos la virtualidad a un estado estático es por medio de artefactos que albergan la memoria. Se crea así el segundo objeto para referir al primer objeto material que nos detonó un estímulo. La memoria misma es un hipertexto (término también de Nelson). Los vínculos mismos son lazos más allá del acto de comunicar, si no apuestas a un futuro. A la persistencia del nudo. El hipertexto no es tecnología, sino literatura.[3]

Considerar como problema la inflexión de la memoria entre la naturaleza y lo humano a través de la tecnología llega a ser antropocéntrico — capitalista más bien — hasta cierto punto, en comparación con fenómenos más alarmantes como la misma naturaleza siendo destruida en nombre de lo que conocemos como progreso. En este momento de inminente catástrofe, de ebullición global, la tensión del lazo del entorno y la vida es un territorio sin precedentes. El vínculo de la experiencia entre la naturaleza y el ser ha sido dañado y jamás será recuperado. Sin embargo, el “jamás” debe de ser digerido no como resignació, pues seguimos aquí. Como Haraway dice, continuar con el problema. Proponer un estiramiento de la memoria a través de la digital puede ser encontrar poéticas en el concepto erróneo de progreso. Utilizar las propias herramientas para destruir el sistema mismo, podría sonar familiar. Sin embargo, en lugar de incentivar aún más destrucción, invito a más bien ofrecer un vínculo con lo humano, lo vegetal y lo no-humano a través de artefactos. Ofrecer una memoria en la crisis. Anudar bien. 

Sobre lazos virtuales


Canek Zapata ofrece una traducción del entorno de manera literal de lo que es una foto digital, código mismo, cuestionando las maneras de cómo generar un vínculo entre la memoria y el entorno, cuando el paisajismo pictórico fue sustituido por la cámara, y luego la fotografía análoga por la digital, y posteriormente esta por la instantaneidad en el celular. Contando este artista con una serie completa, toma como base pinturas de paisajistas mexicanos del siglo XX y las transforma en formato ASCII, es decir, utilizar caracteres de la computadora como si fueran pixeles, o recuadros para conformar en conjunto una imagen. Una de ellas es La sombra del popo de dr atl. Utilizando este medio digital, el hipertexto mismo se encuentra al retomar obras ya existentes de pintores reconocidos en el país, que a la vez sus obras son de espacios que quienes viven en una zona tienen la experiencia visual del dicho entorno. Una idea platónica incluso sobre la representación de las cosas. Por otro lado, la distancia entre las montañas del volcan Popocatépetl que retrató Dr. Atl, quien pintó lo que su memoria guardó de su mirada — de su virtualidad —, parece ser totalmente opuesta retratarla a través de caracteres en un fondo negro, pieza que persiste en la digitalidad. No obstante, estar parado en el cerro y ver el espacio tan amplio de lo que está alrededor funciona de la misma manera que la mirada junta todos los caracteres para develar la imagen. Si se viera a través de un telescopio solo se vería un fragmento incluso irreconocible, de la igual forma que ver un solo conjunto de pixeles que sería indecifrable. 


Canek Zapata. La sombra del popo de dr atl. (2022). .html 120 x 34 líneas de ascii, 152 kb. Obtenido de Objkt.com [4]

Repensar el paisaje y como lo memorizamos no está tan alejado del gesto poético, pues siempre tiene un sesgo de desde dónde se experimenta. La construcción es siempre cambiante. Llevar este registro a la digitalidad es escribir un bosque latente. Por medio de The html review, revista anual de literatura hecha para existir en el mundo web, con cruces artísticos, se presenta el proyecto Whispers from a soft garden. Al entrar a la página web, es decir la pieza, se muestra un paisaje hecho con caracteres y distintos colores que remiten a la imagen de un espacio vegetal. De este jardín va cambiando de la parte superior izquierda cada carácter a otro para ir develando un poema, creciendo así el jardín. Cada que se actualiza la página, el poema cambia; hay tres: siendo I imagine what it would be like (Imagino cómo sería), It was a beautiful morning (Era una mañana hermosa) y How bad can you be at gardening (Cuán malo puedes ser en la jardinería). También se puede cambiar la página a un formato en que al mover el mouse las letras por donde pases se vayan develando, como si la mano humana fuera la que incentivara estos brotes, creando un lazo descifrable entre lo vegetal y lo personal. Ofrecer el código fuente de manera accesible es también proponer una mirada a la construcción de la memoria, en la que la metodología es un resultado colectivo, producto de una sociedad, un tejido de múltiples lazos y nudos. 

Whispers from a soft garden. (2023). Net art. Disponible en: https://thehtml.review/02/whispers-from-a-soft-garden
El valor simbólico que le adjudicamos a los objetos — considerando que para la digitalidad se necesita de algo material para acceder a ella — significa que son almacenes, detonantes. A través de la escritura es como se alberga la información, se memoriza; incluso en la misma digital, las bases de datos y el funcionamiento computacional están hechos de código escrito. La composición y la sintaxis funcionan como un entramado, un manto textil. Meter el dedo entre los hilos es evidenciar el problema, encontrar otras maneras de manipulación. De albergar memoria en la llaga, en la crisis. La encriptación por medio de caracteres y ciertas funciones puede ofrecer lo mismo que la poesía, hablar en código para acceder a algo más, develar, mostrar, concluir, accionar. 

«❏ 🌋», 25 de marzo de 2022. https://objkt.com/asset/KT19SSQrzGd2zJHKFXyR1UHXdwkV2665tjAA/2.

Araiza Díaz, Verónica. «El pensamiento crítico de Donna Haraway: complejidad, ecofeminismo y cosmopolítica». Península 15, n.o 2 (diciembre de 2020): 147-64.

«Ted’s ComParadigm in OneLiners». Accedido 4 de septiembre de 2023. https://xanadu.com.au/ted/TN/WRITINGS/TCOMPARADIGM/tedCompOneLiners.html.


[1] Araiza Díaz, «El pensamiento crítico de Donna Haraway».

[2] «Ted’s ComParadigm in OneLiners».

[3] Frase acuñada a Ted Nelson.

[4] «❏ 🌋».